martes, 7 de abril de 2009

Pasajes

Volví de a ratos. Supongo me estaba recuperando.

Vuelvo después de un rato en las montañas que me exijo. Así es. Vuelvo igual de bruto aunque un poco más manso. Y que más dá. Volví, eso es todo. Pero el aire es distinto. No sé, como que me amarraron las bolas, una cosa así. Mi olfato cambia y con ello algunos sabores. Todo sabe añejo. Las puertas suenan y no me engaña la pintura nueva. No sé. Es raro. Quizás lo mejor de volver es ver el rostro de la ilusión untando el miedo de mi querido amigo Alvaro. Uff. Me cuesta pensar un poco. Es el dolor de muelas.

Mmm… solo quería decir que estoy de vuelta. Solo quisiera despertar a los muertos y decirles que soy yo. Pero no nos engañemos: los caminos huelen a flores. Eso.

Debo procurar estar aquí.
Volvidenme.

3 comentarios:

Alvaro J. dijo...

Curioso que tu salto sea de abril en abril, justo como el mío. Quizás este mes tiene el toque pa armar reencuentros, que se yo..
Ahora, el problema de volver es quedarse, ese es el desafío, asique mi amigo espero escritos por estos lados bien seguido.
Saludos desde una no tan lejana comarca...

neuma dijo...

Si hay algo en que la canción se equivoca con la llegada de la vida blogera moderna, es en que los abriles ya no son olvidados...

Curioso. La llegada del otoño tiene sus efectos...

Sandra (Aprendiz de Cassandra) dijo...

Hay sabiduria en tus palabras... de esa que emana de "aquel que te manda".

esperaré otro abril